Los grandes objetivos de la COP28 son cuatro: acelerar la transición energética y reducir las emisiones para 2030, financiar la acción climática, situar en el centro de la acción climática a la naturaleza, personas, vidas y medios de vida y organizar una COP más inclusiva
“Unir. Actuar. Cumplir”, es el lema que inspira la COP28 que se celebra hasta el 12 de diciembre en los Emiratos Árabes Unidos. Una oportunidad de oro para reenfocar la agenda climática cuando ya sabemos que se ha superado el objetivo establecido en el Acuerdo de París de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5°C por encima de los niveles preindustriales.
Esta edición de la COP se celebra en el marco de grandes tensiones internacionales como el conflicto Rusia – Ucrania, pero ese factor lejos de desenfocar el centro de atención hace aún más importante para los 160 lideres de las naciones participantes el "factor energía", con el foco en la eficiencia y en la seguridad del suministro. El objetivo común es conseguir avanzar en la descarbonización de la economía con una adaptación y mitigación justa para todos los países.
Los grandes objetivos de la COP28 son cuatro: acelerar la transición energética y reducir las emisiones para 2030, financiar la acción climática, situar en el centro de la acción climática a la naturaleza, personas, vidas y medios de vida y organizar una COP más inclusiva.
Se evidencia el esfuerzo de la organización para posicionar la naturaleza, las personas, las vidas y los medios de vida en el centro de la acción climática. "Nuestra salud depende de la lucha contra el cambio climático", indican los organizadores.
Así, la naturaleza es una las prioridades de esta cumbre, ya que por ejemplo no será posible alcanzar el cero neto en emisiones sin la ayuda de los sumideros naturales de carbono. Por ello se pomoverán iniciativas que no solo protejan la biodiversidad y la naturaleza, sino que se centrarán en aquellas personas que están al frente de los esfuerzos de conservación y adaptación.
Impulso a la transición energética
La presidencia de la COP28 ha marcado como objetivo prioritario sentar las bases del sistema energético del futuro y la descarbonización de actual entramado energético. Para ello, indispensable acelerar la transición energética de una manera ordenada, justa y equitativa, reduciendo la demanda y oferta de combustibles fósiles y potenciando la inversión en energías renovables y eficiencia energética como medidas para alcanzar el cero neto en emisiones.
Entre los grandes temas a abordar figuran: acordar un abandono progresivo de los combustibles fósiles, buscar la financiación adecuada para una transición justa y mantener el objetivo de calentamiento global recomendado por la ciencia en un contexto de creciente falta de confianza en los compromisos de los gobiernos, así como entre los países ricos y el Sur Global.
Estos objetivos se traducen en medidas muy ambiciosas:
- Triplicar la capacidad de renovables y duplicar la tasa de eficiencia energética en todos los sectores en 2030.
- Reducir a más de la mitad las emisiones directas, e indirectas por consumo de energía eléctrica, de la industria del petróleo y el gas, incluyendo el objetivo de alcanzar las emisiones cero de metano en 2030.
- Transformar los sectores más contaminantes, considerando el uso de hidrogeno verde, el uso de tecnologías de captura y almacenamiento de carbono, y el desarrollo de proyectos de neutralización basados en la naturaleza.
- Evolucionar el transporte a nivel mundial, dejando atrás el uso de combustibles fósiles y potenciando la electrificación de los vehículos.
- Reducir paulatinamente la producción de energía con base en carbón y eliminar gradualmente los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles.
- Facilitar que las empresas y los países establezcan objetivos más ambiciosos de descarbonización.
Financiación verde
Para conseguir estos cambios se requiere de fuentes de financiación adecuadas. El sector financiero necesita desarrollar soluciones innovadoras que permitan el flujo de capital a gran escala, tanto público como privado, hacia la acción climática en los países en desarrollo. Se estima necesaria una inversión de 2,4 billones de dólares anuales para 2030 en países emergentes y en desarrollo para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París.
Más información en la web de la COP28.