Para lograr emisiones netas cero del sector energético para 2050 las mejoras anuales en la eficiencia energética deben duplicarse, pasando de un nivel de 2% en 2022 a más del 4% anual en promedio de aquí a 2030
En 2023, la intensidad energética global mejoró un 1,3%, pero sigue estando por debajo de lo necesario para cumplir con el objetivo
Según el informe anual de mercado Eficiencia Energética 2023 de la Agencia Internacional de la Energía (IEA, en inglés), los líderes políticos de todo el mundo ampliaron las medidas para promover la eficiencia energética a lo largo del presente año, ayudando a los consumidores a ahorrar dinero y mejorar la seguridad y la sostenibilidad del sistema energético mundial.
Sin embargo, apunta la AIE, el progreso no se está moviendo lo suficientemente rápido como para cumplir con los objetivos climáticos del mundo.
El informe concluye que el impulso político a favor de la eficiencia energética sigue creciendo tras la crisis energética mundial desencadenada por la invasión rusa de Ucrania. Las inversiones en eficiencia han crecido un 45% desde 2020 y, en el último año, países que representan tres cuartas partes de la demanda mundial de energía han reforzado sus políticas de eficiencia energética o han introducido otras nuevas. Las medidas clave también se están generalizando. Por ejemplo, casi todos los países tienen ahora normas de eficiencia para los aparatos de aire acondicionado, y el número de países con normas para los motores industriales se ha triplicado en la última década.
Sin embargo, el informe concluye que las mejoras globales en intensidad energética -una medida primaria de la eficiencia energética- se ralentizaron en 2023. Según el informe, esto se debió a factores como el repunte económico en sectores de alto consumo energético como la petroquímica y la aviación en algunas regiones, así como al auge de la demanda de aire acondicionado durante el que va camino de ser el año más caluroso jamás registrado.
El análisis de la AIE ha puesto de manifiesto que, para alcanzar las emisiones netas cero del sector energético en 2050, algo esencial para limitar el calentamiento global al objetivo de 1,5 °C fijado en el Acuerdo de París, es necesario duplicar las mejoras anuales de la eficiencia energética, pasando de un nivel del 2% en 2022 a más del 4% anual de media de aquí a 2030. En 2023, la intensidad energética mundial mejoró un 1,3%, muy por debajo de lo necesario para alcanzar este objetivo.
"Las ambiciones climáticas del mundo dependen de nuestra capacidad para hacer que el sistema energético mundial sea mucho más eficiente. Si los gobiernos quieren mantener el objetivo de 1,5 °C a su alcance y, al mismo tiempo, apoyar la seguridad energética, es fundamental duplicar los avances en eficiencia energética esta década", afirmó Fatih Birol, Director Ejecutivo de la AIE. "Las conclusiones de este informe son una dura advertencia a los líderes que se reunirán en breve en la conferencia sobre el clima COP28 en Dubai de que todos deben comprometerse a tomar medidas más enérgicas en materia de eficiencia y a cumplirlas".
Duplicar las medidas de eficiencia
El compromiso mundial de duplicar las mejoras de la eficiencia energética en esta década es uno de los cinco pilares de la AIE para lograr resultados satisfactorios en la COP28, que comienza esta semana. Otras medidas prioritarias hasta 2030 son triplicar la capacidad mundial de energía renovable; que las empresas petroleras y de gas se comprometan a realizar transiciones energéticas limpias, incluida la reducción de las emisiones de metano de sus operaciones en un 75%; impulsar la inversión en energía limpia en los mercados emergentes y las economías en desarrollo; y garantizar la disminución ordenada del uso de combustibles fósiles, incluido el fin de las nuevas aprobaciones de centrales eléctricas de carbón sin disminuir.
La ralentización del ritmo mundial de mejora de la eficiencia oculta algunos avances importantes a escala nacional. Después de mejorar la intensidad energética en un 8% en 2022, la Unión Europea va a registrar una mejora del 5% este año. Estados Unidos también se encamina a una mejora del 4% en 2023. Desde el inicio de la crisis energética, más de 40 países en total han mejorado la eficiencia energética a un ritmo del 4% o más durante al menos un año.
El informe señala que el aumento constante y generalizado de la eficiencia es crucial para reducir las emisiones, sobre todo teniendo en cuenta las expectativas de crecimiento mundial de la demanda de electricidad. Por ejemplo, el cambio universal a la tecnología LED para la iluminación en Estados Unidos podría ahorrar energía suficiente para alimentar 3 millones de vehículos eléctricos al año o calentar 2,6 millones de hogares con bombas de calor.
El informe también concluye que alcanzar el objetivo de duplicación reportaría beneficios sustanciales a los gobiernos, los ciudadanos y la industria. En este escenario, emplear a trabajadores en actividades como la rehabilitación de viviendas, la instalación de bombas de calor y la fabricación de coches más eficientes supondría la creación de 4,5 millones de puestos de trabajo más. También reduciría las facturas de energía de los hogares actuales, reduciéndolas, por ejemplo, en un tercio en las economías avanzadas.
El impacto climático también sería enorme. Según el informe, duplicar las mejoras en eficiencia energética de aquí a 2030 reduciría las emisiones mundiales de dióxido de carbono en más de 7.000 millones de toneladas, el equivalente a las emisiones de todo el sector del transporte mundial en la actualidad.
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